La canciller alemana, Angela Merkel (CDU), ha sido castigada por los electores, entre otras cosas, por acoger a 1,3 millones de inmigrantes refugiados en los tres últimos años, la mayoría musulmanes procedentes de países en guerra, como Siria e Iraq. Comienzan las negociaciones para formar gobierno, tras haber pactado con sus socios de la Unión Socialcristiana (CSU) un máximo de 200.000 refugiados al año.