La OCDE y otras organizaciones económicas analizan la educación en términos de desarrollo y, en definitiva, de empleabilidad. Por ese motivo, los conocimientos humanísticos suelen quedan relegados a un segundo plano a la hora de realizar sus valoraciones y perspectivas de futuro.
La asignatura de Filosofía volverá a ser obligatoria en los planes de estudio. En una sociedad marcada por los cambios constantes es fundamental recuperar el espíritu crítico y a los grandes pensadores.
Occidente vuelve a sentir la presencia de ciertos grupos situados al margen del sistema. El modelo socialdemócrata parece caduco y se antoja necesario tomar medidas urgentes antes de que un acontecimiento inesperado pueda convertir la sospecha en realidad.
Comenzar una caza de brujas entre los filósofos clásicos basándose en los postulados contemporáneos parece descabellado y lejano del interés que debería guiar la Universidad: la búsqueda de la verdad a través de la Historia.