Hay jinetes de luz en la hora oscura
Fernando Bonete | 05 de febrero de 2018
No todos los lanzamientos editoriales tienen como finalidad ofrecer novedades y primicias; antologías, obras comentadas, revisiones y bibliotecas de autor han demostrado que la repetición de contenidos no hace desmerecer su aportación. La importancia y atractivo de estos libros está en ese valor añadido que presta la nueva presentación de su editor, en esos pequeños detalles que marcan una diferencia notable frente a todo lo anterior. Este es precisamente el caso de Padre Nuestro, último libro del papa Francisco.
La obra, editada en España por Libreria Editrice Vaticana y Romana Editorial, no es, como cabría pensar por su presentación en un primer momento, comentario y reflexión escritos por Su Santidad acerca del Padre Nuestro. El contenido central de sus páginas es la transcripción de la entrevista que el padre Mario Pozza, teólogo, periodista y capellán de la cárcel de Padua realizó a Francisco en agosto de 2017 en Santa Marta para TV2000, canal de televisión de la Conferencia Episcopal Italiana. Fragmentos en los que Su Santidad aborda por partes, versículo a versículo, la oración central del cristianismo, y que concluyen con una selección de las palabras pronunciadas por el Pontífice en las Audiencias Generales de los miércoles y en los Ángelus, a propósito de los pasajes comentados.
El libro incluye el prólogo Rezar al Padre, transcripción de la homilía en Santa Marta de 20 de junio de 2013, una bella reproducción de la oración del Padre Nuestro manuscrita por el Papa con la que se alternan las diferentes partes de la obra, y un epílogo firmado por el propio Marco Pozza, quien lleva la oración a la cárcel, donde se encuentran sus parroquianos, para encarnar al Padre con su valioso testimonio.
Por medio de la oración podemos entrar en una relación estable con Dios, que es la fuente de la verdadera alegría.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) January 29, 2018
Con todo, al margen del epílogo, no hay novedad, no hay primicias en este libro, puesto que conocíamos de antemano el contenido de sus fragmentos. Pero es precisamente, como decíamos, su presentación, su reunión en una misma edición, con un mismo objetivo, el de hacer sitio al Señor entre nosotros (verdadero sentido de la oración que Jesús nos enseñó), lo que permite alcanzar a esos fragmentos un nuevo horizonte. El todo acaba siendo mayor a la suma de sus partes.
El resultado es un documento de gran valor formativo, central en la catequesis cristiana, puesto que ilumina nuestra identidad o, mejor todavía, nuestra filiación, nuestra relación de procedencia con respecto al Padre, tan necesaria para no perderse en un mundo en estado de anomia permanente y creciente. Valor catequético a la vez que humano: Francisco y el padre Pozza salpican con sus anécdotas y experiencias personales y familiares la realidad de una oración que encuentra toda su lógica en su vivencia.