Hay jinetes de luz en la hora oscura
Antonio Olivié | 06 de agosto de 2018
Seis meses antes de la llegada del papa Francisco a Panamá, en enero de 2019, las calles de la capital ya presentan carteles de anuncio, en el aeropuerto se publicita este acontecimiento histórico para Centroamérica y las principales televisiones se hacen eco de cualquier detalle. Si algo ha sorprendido a propios y extraños es la unanimidad de los medios al valorar positivamente la próxima JMJ de Panamá (Jornada de la Juventud).
El Gobierno del país ha asumido la JMJ de Panamá como un evento dinamizador de empleo y desarrollo, así como la oportunidad de enterrar la imagen, a nivel internacional, de paraíso fiscal, protagonista de los conocidos «papeles de Panamá». Grandes obras públicas, como una línea de metro que une la ciudad con el aeropuerto, ayudan a visualizar los beneficios que dejará el encuentro a toda la sociedad.
A partir de ahí, las autoridades civiles y religiosas han trabajado de la mano y las últimas reuniones con el Vaticano han sido muy satisfactorias. Las instalaciones y la organización avanzan a buen ritmo y ya en septiembre darán a conocer a la Prensa internacional los últimos detalles y la situación de las distintas sedes en donde se reunirán los jóvenes. En el mes de julio ya estaba confirmada la colaboración de más de 40 empresas en los distintos eventos de la Jornada Mundial. Su respaldo será importante para gestionar la acogida de más de 200.000 peregrinos durante esos días. Aunque se trata de uno de los países más prósperos de Iberoamérica, no está preparado para asumir un número tan elevado de visitantes, por lo que se deberán acomodar instalaciones e improvisar medios de transporte.
En este clima, los responsables de comunicación de la JMJ de Panamá se muestran optimistas. El número de voluntarios superaba los 2.000hace unos días y destaca la juventud de quienes se empeñan en la comunicación. Serán los youtubers de hoy quienes extiendan y compartan las noticias de esos días entre sus compañeros de generación. Un ejemplo de la ilusión y profesionalidad con que se trabaja ha sido el vídeo con el himno oficial de la JMJ de Panamá. Se trata de un videoclip profesional que ofrece una imagen moderna y dinámica, con cientos de voluntarios bailando y cantando. Lo hacen en los cinco idiomas oficiales del encuentro.
Un Sínodo conectado a Facebook . La voz de los jóvenes se escuchará en la reunión obispal
La eficacia de un país que progresa a pasos agigantados no pasa desapercibida en su entorno. Las buenas noticias animan a dominicanos, hondureños y costarricenses a implicarse en la primera JMJ centroamericana. Es un área con mucha población joven y la mayoría de las parroquias no dejan pasar la oportunidad de la cercanía para animar a sus fieles. Hace unos días, el arzobispo de Santo Domingo aseguraba que ya no había plazas en los vuelos durante esos días. De hecho, él mismo tendrá que desplazarse al aeropuerto de otra ciudad de República Dominicana para poder viajar al país panameño durante la JMJ de Panamá.
Entre los elementos que pueden desestabilizar el encuentro hay dos a los que permanecen atentos. En primer lugar, la situación de Nicaragua, uno de los países que estaban implicados en el evento y que se ve perjudicado por la violencia de su propio Gobierno. Junto a este riesgo exterior se encuentra otro interno, dado que las elecciones políticas en Panamá tendrán lugar pocos meses después de la visita. Ahí es evidente la tentación de instrumentalizar la visita del Papa por parte del Gobierno o de la oposición.
El arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa (i) junto a Antonio Olivié
Frente a estos retos, desde la JMJ de Panamá se trabaja con los medios locales para destacar que estamos ante un gran acontecimiento religioso. Por ello, el papa Francisco debe ser valorado como líder religioso, dejando en un plano secundario su dimensión política. En la organización de este evento ha sido de inestimable ayuda la reciente publicación de un libro titulado Megaeventos de la Iglesia Católica, coordinado por Yago de la Cierva. Quienes han organizado la JMJ de Madrid, la de Brasil o Cracovia aportan claves para sacarle todo el rendimiento y evitar que cualquier detalle pueda distorsionar el carácter espiritual de estos encuentros.