Hay jinetes de luz en la hora oscura
Ferdinand Van der Gracht | 24 de mayo de 2017
Los comicios legislativos en el lander más grande de Alemania, considerado tradicionalmente como un bastión socialista, han abierto una crisis en la formación de Martin Schulz, tras caer derrotada por la Unión Demócrata Cristiana de la canciller Angela Merkel.
Ich habe gewählt und einen Tipp: beide Stimmen für die SPD.
— Martin Schulz (@MartinSchulz) May 14, 2017
@HanneloreKraft ist die beste Kandidatin auf dem Wahlzettel. #ltwnrw pic.twitter.com/h9MzAA9TPX
El candidato del CDU, Armin Laschet, obtuvo el 32,96% de los votos, frente al 31,22% de Hannelore Kreft, que aspiraba a repetir mandato con el Partido Socialdemócrata. Se abre ahora un periodo de negociación en el que Laschet deberá sumar los apoyos necesarios para obtener la mayoría en el parlamento regional y poder gobernar durante los próximos cinco años. El gran perdedor es Martin Schulz, que ve cómo su imagen política a nivel nacional, y la de todo el partido, se ve seriamente dañada por varios motivos.
Cuando los sondeos todavía apuntaban a una ventaja holgada de los socialdemócratas en Renania del Norte-Westfalia, Martín Schulz aseguró que, de producirse esta victoria, la siguiente sería en Berlín. Su partido, que dirigía la región ininterrumpidamente desde 1966, ha obtenido un resultado que no se veía desde 1947.
Esta derrota supone una bofetada para la izquierda. Además, este resultado histórico es una catástrofe personal para el propio Schulz puesto que, siendo de una de las circunscripciones de este lander, los electores le dan la espalda en su propio feudo. Sus declaraciones en campaña pueden suponer un lastre para él de cara a la opinión pública alemana en los próximos meses.
Una elección no marca de forma inamovible la siguiente, pero los diferentes comicios regionales que está celebrando Alemania durante este 2017 marcan un panorama político con importantes lecturas de cara a las legislativas federales del próximo mes de septiembre.
Las sucesivas derrotas del Partido Socialdemócrata en los landers de Sarre y Schleswig-Holstein eran ya un motivo de inquietud para los dirigentes de la formación, al situarse en una mala tendencia. La debacle de Renania del Norte-Westfalia lleva la situación a un extremo de una mayor gravedad, al encontrarnos en la región más poblada del país, llamada incluso “la pequeña Alemania”.
Si sumamos esta serie de derrotas con el peso simbólico de Renania del Norte-Westfalia, comprobamos cómo la izquierda alemana tiene motivos para preocuparse. Para colmo, los socialdemócratas temen el desánimo de un electorado federal que puede dejar de apoyar a una socialdemocracia que entienden como débil.