Hay jinetes de luz en la hora oscura
Fernando Rayón | 29 de mayo de 2018
Estaba claro que al PSOE no le quedaba otra opción que presentar la moción de censura. Las encuestas cada vez le daban peores previsiones, y a su líder solo le quedaba una opción para volver al Congreso de los Diputados y liderar la oposición: presentar una moción de censura y que Pedro Sánchez volviera a pisar la moqueta del hemiciclo. Nos lo dijo el pasado jueves 24 de mayo el portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE, Óscar Puente, en Valladolid. Hasta ahí todo tiene incluso lógica, a pesar del enfado de Mariano Rajoy al día siguiente al anuncio. Lo sorprendente es lo que ha venido después. Y la sorpresa no es otra que la petición de Ciudadanos y sus terminales mediáticos de que convoque elecciones cuanto antes. Pero vayamos por partes.
Es un hecho que la sentencia de la Gürtel ha dejado tocado al Partido Popular (PP). Pero una cosa es el partido -aquel partido- y otra el Gobierno actual. Me explico. El PP ha sido condenado a devolver 245 mil euros que se usaron en la campaña municipal de 2003 por los candidatos de Pozuelo de Alarcón y Majadahonda, ahora condenados. Y tiene que devolverlos porque, aunque la sentencia reconoce que en el partido desconocían su origen, sí se beneficiaron de ellos. Nada que objetar tampoco, al margen de que en aquel entonces José María Aznar presidía el partido y el Gobierno. Pero al PSOE, y parece que también a Ciudadanos, eso les da igual. Uno va a por la moción de censura para volver al Congreso y el otro pide elecciones para aprovechar la crisis de su granero de votos.
Pero sigamos con la moción de censura, porque los partidos ya se están pronunciando sobre ella. Andoni Ortúzar, presidente del PNV, dijo que cree que Pedro Sánchez se ha precipitado. Es decir, que en principio no le apoyarían, aunque únicamente podrían hacerlo con la condición que no se convocaran elecciones. Justo lo contrario que Ciudadanos. Aunque la salsa la puso Joaquim Torra, president de la Generalitat, al pedir a Sánchez la libertad de los presos del procés y que asuma el derecho de autodeterminación si quiere que le apoyen sus diputados. El delirio, aunque matizado, pues la coordinadora del PDeCAT, Marta Pascal, ha señalado que su primer objetivo es echar a Rajoy siempre y cuando en la moción no esté Ciudadanos. Y Pedro Quevedo, elegido diputado por Nueva Canarias, dice que apoyará a Sánchez, aunque tampoco quiere que haya elecciones. Conclusión: solo Podemos y Nueva Canarias apoyarían a Sánchez. Pero no nos olvidemos del plan B: elecciones.
Esta moción de censura no tiene más objetivo que ser Presidente del Gobierno con quien sea y al precio que sea. El PSOE carece de autoridad moral para presentarla. pic.twitter.com/VLw7XpTSJy
— Mariano Rajoy Brey (@marianorajoy) May 25, 2018
Resulta sorprendente que, apenas dos días después de que la aprobación de los Presupuestos garantizara la conclusión de la legislatura, se empezara a hablar de que el presidente disolviera las cámaras y convocara nuevas elecciones. No hay ningún motivo –salvo la corrupción insoportable del PP, que tampoco es una novedad- que justifique el adelanto.
Los argumentos de Ciudadanos para evitar que Rajoy llegue al cierre de la legislatura en 2020 son el desgaste por la corrupción y la imposibilidad del PP de gobernar a causa de los procesos derivados por el caso Lezo y Púnica. Por eso, en primer lugar quiso arrancar al PSOE el compromiso electoral para apoyar su moción pero, cuando vio que a Pedro Sánchez no le interesaban inmediatamente, resolvió no sumarse a la moción y pedir elecciones en octubre.
Sabe Rivera que su granero principal es los votantes del PP, pero ya en Cataluña consiguió muchos votos también del PSOE y piensa que dar tiempo y prestigio a Sánchez también va en contra de sus intereses. En esto acierta sin duda.
La única salida democrática y digna es darle la palabra al pueblo español y que entre todos decidamos el futuro de nuestra nación. Mientras hay que asegurar la tramitación final de los Presupuestos y la aplicación del 155. Lo explica @CiudadanoVille. https://t.co/DySjkOlDuV
— Albert Rivera (@Albert_Rivera) May 27, 2018
En cualquier caso, y aunque existan los conocidos argumentos de corrupción en el PP, es fácil adivinar en unos y otros intereses de partido que en absoluto coinciden con aquella estabilidad que se adivinaba tras la aprobación de los Presupuestos.
La reacción negativa del Ibex 35 y el crecimiento de la prima de riesgo –también motivados por la crisis italiana– han demostrado hasta qué punto es frágil la coyuntura en la que unos y otros quieren jugar. Una cosa es cargarse el momento dulce del Gobierno y otra muy distinta desgastar al Estado en un momento en que su Gobierno necesita todos los apoyos para hacer frente al procés independentista catalán.
El Congreso da el primer paso para la moción de censura a Rajoy. Nadie duda de que se va a presentar, pero es complicado que triunfe. De no triunfar, Rajoy sería el primer presidente de la democracia en superar dos mociones de censura. Un nuevo mérito a pesar de sus 134 diputados. Pero la pregunta es: ¿podría beneficiar a Rajoy? Pues también, si consigue hacer ver que él se dedica a gobernar mientras el resto de los partidos va a lo suyo. Eso pasó en las últimas elecciones. Sacar provecho de la dificultad. Es el terreno favorito del presidente del Gobierno. Veremos.
Quim Torra ha ordenado descolgar los lazos amarillos de los edificios públicos. El presidente de la Generalitat dispara para seguir haciendo ruido y se esconde tras el humo. Sánchez no da la cara y es el Poder Judicial el que defiende el Estado de derecho.