Hay jinetes de luz en la hora oscura
Fernando Rayón | 07 de junio de 2018
Algunas de las frases más logradas de Josep Borrell, nuevo ministro de Asuntos Exteriores, contra el independentismo proceden de su discurso en Barcelona el pasado 8 de octubre de 2017 desde la tribuna de Sociedad Civil Catalana. Muchos se sorprendieron entonces de la virulencia de su discurso, aunque otros recordaron su libro Las cuentas y los cuentos de la independencia -publicado dos años antes-, en el que ya dejaba clara su postura. A la presentación del volumen corresponde una de sus frases hoy más repetidas: “En Cataluña, el independentismo se ha convertido en algo religioso, en un acto de fe”.
Miembro del ala crítica del PSOE, fue el principal valedor de Pedro Sánchez al ser defenestrado como secretario general. Aquel ajuste de cuentas quizá le recordaba su propia experiencia cuando, a pesar de ganar unas primarias a la Presidencia del Gobierno, tuvo que dimitir –corría el año 1999- por presiones de su propio partido. Sánchez ha agradecido ahora aquel apoyo. De nada ha valido la protesta soberanista. Las frases recopiladas por ellos son contundentes. Pero son ciertas. Y tampoco hay reproches únicamente para los independentistas.
Pero las mejores perlas corresponden a aquel 8 de octubre en Barcelona. Pronunció entonces frases para el mármol:
1. “Cuando volváis a casa, id a comprar una botella de cava catalán. Nada de boicots y ofensas. Hay que trabajar todos juntos para que reconstruyamos la sensatez”. Y cuando los asistentes respondieron “Puigdemont, ¡a prisión!”, Borrell replicó: “No gritéis como las turbas en el circo romano. A prisión van las personas que dice el juez que tienen que ir”.
2. Sobre TV3: “Hasta ahora no se nos ha visto ni oído. Por esto es necesario un control democrático de los medios de comunicación públicos, que son una vergüenza democrática”.
3. “Esta es nuestra estelada“, gritó cogiendo la bandera europea. “Tiene las estrellas de la paz, de la convivencia y del derecho. Eso es lo que representa Europa”.
4. «La convivencia está rota. Se ha roto entre amigos, entre familiares y en la calle. Y tenemos que rehacerla. Y defender el pluralismo político, porque aquí no se reconoce».
5. Sobre Carme Forcadell: «Cómo es posible que la presidenta del Parlament se atreva a decir que los que votan a otros partidos no son ciudadanos catalanes. Los no nacionalistas somos tan ciudadanos de Cataluña como ellos».
6. Pero no solo pronunció palabras gruesas en aquella manifestación. En un foro empresarial celebrado en septiembre de 2017, Josep Borrell reprochó a las empresas no haber hablado alto y claro contra el procés: “¿Por qué no lo habéis dicho antes? Todo lo que dijisteis en privado, ¿por qué no lo decíais en público? Los que ahora se están yendo deberían haber dicho antes que lo harían, porque de haberlo dicho quizá no estaría ocurriendo esto. Todos tenemos un poco de culpa de haber estado callados demasiado».
7. En un mitin del PSC al que acudió con Miquel Iceta en diciembre de ese mismo año, en Sabadell habló de “desinfectar Cataluña” e ironizó sobre unas declaraciones de Oriol Junqueras, que acababa de ingresar en prisión: “Me recuerda al cura de mi pueblo; tienen la misma arquitectura física y mental”.
8. “Aquí han pasado cosas que no tenían que haber ocurrido. Nos estamos haciendo daño entre nosotros. Tenemos derecho a la tranquilidad y a gozar del progreso de la España democrática de la que nos podemos sentir orgullosos».
9. «Cataluña no es una colonia. No es un Estado ocupado. No es un Estado como Kosovo. Por ello tenemos que continuar trabajando dentro del respeto a la ley”. 10. Y una traca final: «No me gustaría exagerar pero vivimos momentos casi dramáticos de la historia de este país«. Quizá no sea otro José Manuel García-Margallo, pero el huracán Josep Borrell va a ser difícil de controlar.Quim Torra ha ordenado descolgar los lazos amarillos de los edificios públicos. El presidente de la Generalitat dispara para seguir haciendo ruido y se esconde tras el humo. Sánchez no da la cara y es el Poder Judicial el que defiende el Estado de derecho.