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José María Aznar vuelve al palco y se suma a la reanimación de Pablo Casado

Miguel Ángel Gozalo | 10 de octubre de 2018

Nacional

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La triunfante reaparición de Aznar es una gran noticia para su joven sucesor, Pablo Casado. El expresidente del Gobierno, cuya vuelta reclaman algunos, recibió el favor de la gente, aunque no lo tenía fácil tras la corrupción que ha salpicado al PP.

Aunque el Real Madrid acuse la fuga de su gran estrella, Cristiano Ronaldo, el palco del Santiago Bernabéu sigue siendo una metáfora del poder en España. En él se cierran negocios, se conjuran voluntades y, sobre todo, se exhibe influencia. Si nunca has sido invitado a ese palco embriagador es que no pintas nada. Pero, si te retratas junto al presidente blanco, no hay duda de que incumples la sentencia machadiana de que nadie es más que nadie. Como dijo la exministra Carmen Montón, cuando se defendía de las acusaciones que caían sobre su tesis, no todos somos iguales. José María Aznar, un expresidente que no se resigna a ser florero, ha vuelto a la actualidad y, después de comparecer en el Congreso de los Diputados, con el ruido y la furia adecuados, ha coronado la metáfora sentado en la primera fila de un palco que es un museo de la gloria casi tan visitado como el del Prado. José María Aznar ha vuelto, y esa es una gran noticia para su joven sucesor, Pablo Casado, que necesita todos los apoyos posibles.

No tengo ningún compromiso con un partido, ni me considero militante de nada, ni me siento representado por nadie. Mi compromiso es con mi país España y con los españoles, desde una posición de total independencia política.

— José María Aznar?? (@JMAznar_ES) June 5, 2018

La reaparición de José María Aznar, después de una larga etapa de malhumor político, se produjo en la comisión de investigación del Congreso dedicada a la financiación del Partido Popular. Llegó con tanto empaque a la cita como a la boda de su hija, uno de los asuntos sobre los que insistieron en preguntarle, a cuenta de la llamada «Operación Gürtel». Pero José María Aznar, que entró en la sala arropado por la plana mayor del PP, salió triunfante de trance.

José María Aznar y la comisión frustrada

La mayor parte de las comisiones de investigación terminan produciendo lo que Ortega y Gasset atribuía al esfuerzo inútil: melancolía. Herramienta parlamentaria impulsada por la inquina política, una comisión de investigación no busca, por lo general, averiguar nada, sino humillar al adversario. El PP, con mayoría absoluta en el Senado, acaba de imponer que el presidente, Pedro Sánchez, pase por allí para explicar los pormenores de su controvertida tesis doctoral sobre la necesidad de cuidar la agenda exterior de España. ¿Creen ustedes que al Senado le interesa algo tal asunto? Lo que quiere el PP es demostrar que Sánchez plagió y que, como sucede en democracias como la nuestra, pague la multa correspondiente. La cuantía está por fijar.

Pablo Casado y la España de los balcones . La defensa sin complejos de una gran nación

Aznar no lo tenía fácil. La corrupción ha sido el hilo musical de la reciente vida política y ha acabado echando al PP del poder. El «Gürtel» inacabable y algunas otras peripecias que han salpicado la gestión popular no dibujaban un paisaje cómodo para José María Aznar. Sus opositores (PNV, Podemos, PSOE, independentistas) se habían preparado a fondo para alancear al moro muerto. Pero el moro, como se comprobó a lo largo de una sesión de casi cinco horas, no estaba ni muerto ni de parranda. Y personajes especialmente agresivos, como Gabriel Rufián y Pablo Iglesias, salieron trasquilados.

Atentos a Cataluña

Hay unanimidad en reconocer que Aznar se mostró en gran forma, replicó con contundencia, tiró de ironía, negó lo que quiso sin que se le moviera un músculo y usó el monosílabo cuando el inquisidor de turno se pasaba de la raya. Pero como le gustó el resultado de la comparecencia, y percibió otra vez el apoyo de la gente («si vuelve, arrolla», llegó a escribir alguno) su reaparición pública ha tenido continuidad.

Además de al palco del Bernabéu, se asomó a la presentación de un libro de FAES (la biografía de Miguel Maura, uno de los ministros republicanos y de derechas de la Segunda República), donde comparó a los independentistas catalanes con los golpistas de octubre de 1934 y recordó a los separatistas que nadie está por encima de la ley. Miguel Maura era hijo de don Antonio Maura, aquel potente político de la Restauración que tenía como lema «nosotros somos nosotros». Podría ser también un lema para Aznar, que se despidió del Congreso reconociéndose en dos arrogantes versos del poeta argentino Alejandro Guillermo Roemmers: «Vivir es mi pasión y mi aventura,/ ya de nada cuanto hice me arrepiento».

La rentreé política de Aznar proseguirá el 23 de octubre, con la presentación de su libro El futuro es hoy: España en el cambio de época, en el que escribe cosas como esta: «El PP, si evita el riesgo de centrifugación y recupera el dinamismo de su proyecto político con una imagen reconocible para el electorado, no es un partido desahuciado«.

Se diría que Aznar ha decidido encabezar la plataforma «STOP Desahucios» en defensa del PP. Asunto a seguir.

Imagen de portada: El expresidente del Partido Popular, José María Aznar, comparece en la comisión de investigación relativa a la presenta financiación ilegal del Partido Popular | congreso.es
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