El Debate de hoy

Hay jinetes de luz en la hora oscura

Podemos vive una rebelión interna tras imponer Pablo Iglesias un nuevo régimen disciplinario que nada tiene que ver con lo acordado tras el último congreso de Vistalegre. El número dos del partido, Pablo Echenique, dejará su escaño en las Cortes de Aragón para centrarse en su labor dentro de la formación morada.

No hay que perder de vista cómo se están organizando por dentro los dos partidos que se disputan el mismo espacio y lo que llaman la hegemonía de la izquierda. Tanto en el PSOE como en Podemos asistimos a decisiones de gobierno para sus militantes que chocan con el modelo de España que propugnan ambas fuerzas para el conjunto de los españoles. Es decir, que si para España diseñan un modelo que parte la soberanía nacional superando la actual y amplia descentralización, para sus partidos están cimentando uno centralista a la vieja usanza y controlado desde Madrid sin ningún tipo de reparto del poder. El ejemplo es el acuerdo de Gobierno de coalición en Castilla la Mancha donde la entrada de Podemos en el ejecutivo regional del socialista Emiliano García-Page, que se ha hecho sanchista por la vía de los hechos, fue resuelto por Sanchez e Iglesias personalmente y explicado por las partes como un ejemplo de futuro a seguir. Las consultas a las bases y la autonomía de las federaciones quedan sobre el papel porque la realidad es que dicho pacto se cierra entre los dos líderes sin más discusión interna.

Cuando Podemos no iba a entrar en ningún gobierno autonómico presidido por el PSOE. pic.twitter.com/v2sd1fB1HO

— MALDITA HEMEROTECA (@Mhemeroteca) July 14, 2017

Tanto Sánchez como Iglesias han adoptado modelos de control absoluto que impidan revueltas, disensiones o corrientes internas generadoras de problemas e incluso escándalos. La rebelión de los últimos días en Podemos tiene que ver con la información y con la censura, el apagón informativo, que ha decretado Iglesias en su movimiento político para evitar cualquier filtración a la prensa que enseñe lo que está pasando dentro de la formación morada. Iglesias y su mano de confianza al estilo Juego de Tronos, Pablo Echenique,han iniciado una caza de disidentes para sofocar la rebelión de los comités de garantías en 12 autonomías contra la dirección de Madrid. El origen de la bronca interna y por lo tanto de la reacción fulminante del poder en Podemos está en la propuesta realizada por la comisión de garantías para declarar la nulidad de los nuevos estatutos del partido de Pablo Iglesias que incluyen un régimen disciplinario e incluso sanciones para quien filtre información interna. Esta medida no estaba en los acuerdos de la última asamblea de Vistalegre II. La prueba de la ausencia absoluta de cualquier atisbo de democracia en este partido ,al que se llena la boca predicando lo contrario, es que la Presidente del citado comité ha sido suspendida de sus funciones y se le ha abierto un expediente por extralimitarse en sus funciones. El golpe interno forma parte del silenciador que Iglesias le ha puesto a Podemos harto, a su manera, de ver cómo en los medios de comunicación se cumple con la obligación de informar y se cuenta lo que pasa dentro de Podemos.

La destitución de Olga Jiménez ha prendido en toda España pero va a dar igual porque las garantías las maneja Iglesias en cualquiera de sus expresiones que para eso ha puesto ahí a Echenique. Nadie se va a mover en Podemos. La purga del sector de Errejón no parece haber sido lo suficientemente perfecta a la vista de este motín de agosto en Podemos. Los que piden independencia de criterio con respecto a Madrid deberían darse cuenta de donde se han metido si están es su primera y tal vez única experiencia en política. En Podemos manda solo Iglesias y la ley la escribe él mientras sus leales barren a todo aquel que se atreva a denunciar presiones o eliminación de los derechos internos. Una vez montado el tinglado, nadie se lo va a estropear o va a tener la tentación como del depurado Iñigo Errejón.

Iglesias y su mano de confianza al estilo Juego de Tronos, Pablo Echenique,han iniciado una caza de disidentes para sofocar la rebelión de los comités de garantías en 12 autonomías contra la dirección de Madrid

Iglesias, como Sánchez, creen tener más cerca que nunca el poder. Y es por ello que no quieren a sus espaldas ni un solo momento de distracción. A partir del 1 de octubre comenzará la operación de echar al PP tras el enfrentamiento con el independentismo catalán. Iglesias está en ello y por eso ha puesto a Echenique a barrer la casa para que no haya estorbos. La cena en casa del magnate Jaume  Roures, amo y señor del fútbol en España que no esconde ni su riqueza ni su comunismo a la vez, con el vicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras, es la señal que inicia la operación desalojo del PP. No es difícil olvidar la fecha del encuentro secreto porque sin ningún tipo de reparo se vieron el 26 de agosto después de la manifestación de Barcelona por los atentados. Ya estaban esa noche a otra cosa. Podemos en este caso, o el PSOE de Sanchez, han dedicado estos últimos meses a poner en orden sus casas para así dedicarse a la tarea de sumar con el independentismo catalán. La gran operación política pendiente desde la perdida de la mayoría absoluta del PP en diciembre de 2015 no permite ni distracciones, ni filtraciones ni por supuestos militantes ingenuos que reclamen garantías convirtiéndose en disidentes que hagan perder el tiempo. El sintagma democracia interna en Podemos es un contradicción entre los términos. Prietas las filas, una receta clásica.

Imagen de portada:  El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias (d), conversa con el secretario de Organización del partido, Pablo Echenique (i), durante la pasada  Asamblea Ciudadana Estatal de Vistalegre II | Agencia EFE