Hay jinetes de luz en la hora oscura
Jorge del Corral | 10 de noviembre de 2017
Corre el rumor por las instituciones europeas de que Angela Merkel, ganadora por cuarta vez consecutiva de las elecciones generales alemanas del pasado 24 de septiembre, no acabará su nuevo mandato, que dimitirá mediado este y que asumirá una Presidencia de la Unión Europea en la que se habrán refundido los cargos de presidente del Consejo, hoy ejercido por Donald Tusk, y presidente de la Comisión, a cargo actualmente de Jean-Claude Juncker.
Merkel pacta un tope de 200.000 refugiados anuales . Es necesario revisar los requisitos
Con el poder ejecutivo en unas solas manos, creado un presupuesto y un Ministerio de Finanzas para la eurozona, reconvertido el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEE) en una especie de Fondo Monetario Europeo y fijada una fiscalidad única para las empresas, Angela Merkel aceptará el mandato de refundar la UE y convertirla en un espacio común influyente, respetado y de peso, en el que se atenúen las identidades que van contra el espíritu europeo, siguiendo la vieja pero actual trilogía de la Revolución Francesa: libertad, igualdad y fraternidad. Y todo con el apoyo de España e Italia y el respaldo de Emmanuel Macron, que aceptaría las reformas estructurales a cambio de concesiones alemanas en reglas fiscales y mutualización de deuda.
“Stefan Zweig: Adios a Europa” . Un homenaje a un intelectual lúcido
Varias son las razones que avalan esta tesis de la llegada de Angel Merkel al poder en Europa.
La sombra de Lutero sigue partiendo a Europa . El norte mira con superioridad moral al sur
En la era de la igualdad de géneros y la paridad de sexos, la UE necesita ahora una madre refundadora, como antaño precisó de unos padres fundadores que, con su visión de futuro, tesón y generosidad, crearon el mayor invento político del siglo XX, capaz de acabar con las guerras europeas y otorgar a ese espacio común la mayor etapa de progreso social y bienestar económico jamás conocida en sus Estados miembros. Como ha dicho recientemente el ex primer ministro italiano Enrico Letta, “los europeos deben volver a enamorarse de la UE y recobrar el espíritu que inspiró a Francia (Mitterrand), Alemania (Kohl), Italia (Andreotti) y España (González) -los cuatro países que son su motor-, tras la caída del muro de Berlín”.