Javier Pérez Castells | 16 de septiembre de 2019
Disponer de herramientas fiables para contar los asistentes a las manifestaciones fortalecería la democracia, que tiende a quedar en manos de los más extremistas y exaltados.
El primero que estableció un método de conteo fue Eliot Jacobson.
Se están empezando a utilizar redes neuronales para evitar errores en las manifestaciones.
La gran masa moderada tiene menos tendencia a salir a la calle.
Según la Policía Municipal, participaron 50.000 personas. Según los organizadores, un millón y medio. Estas noticias eran muy frecuentes hace unos años y ahora se han atemperado bastante. Sigue habiendo diferencias de cifras, pero poco a poco las manifestaciones se van contando con mayor precisión. El resultado, en general, es que son mucho menos numerosas de lo que pensábamos anteriormente. La reflexión política que eso implica es que no se debe querer ganar en la calle lo que no se ha ganado en las urnas. Igual no son tantos los que apoyan. Acercándose las fechas que vienen en España, tendremos muchas cuentas que hacer en algunas manifestaciones.
El conteo de multitudes es muy importante. Pero no solo desde el punto de vista político. También es necesario en eventos deportivos, grandes conciertos y en zonas comerciales. Pensemos en el riesgo que implica permitir que haya demasiadas personas en un recinto. El primero que estableció un método de conteo se llamaba Eliot Jacobson y básicamente se sigue usando el mismo, si bien actualmente con ayuda de herramientas informáticas. Consiste en dividir el área ocupada en secciones para luego determinar una densidad promedio en cada sección y multiplicar por el número de secciones ocupadas.
No se debe querer ganar en la calle lo que no se ha ganado en las urnas
Podemos medir con exactitud la superficie de plazas y calles. Disponemos de mejores métodos para obtener fotografías de la multitud gracias a los drones y helicópteros policiales. Pero una vez que se tienen las fotos hace falta contar, bien manualmente, bien con un software adecuado capaz de analizar las fotos con precisión. En los eventos situados en las calles o en parques el conteo es más difícil y menos preciso que en un recinto cerrado. La gente se mueve y las fotos son más cenitales, impidiendo que se vean las caras, un elemento que los programas distinguen muy bien. Además, los árboles y el mobiliario urbano, los destellos y reflejos de las fotos pueden producir errores importantes.
En ocasiones, lo que se busca es contar personas que están en movimiento, por ejemplo, las que entran y salen de un centro comercial, con el fin de evitar superar el aforo y asegurar que todo el que entra está fuera al final de la jornada. Se utilizan vídeos que se analizan con programas capaces de individualizar a cada persona por la forma de su cuerpo y los accesorios que lleve, evitando duplicar la cuenta y pudiendo controlar quién entra y sale del lugar. En eventos deportivos y conciertos, las fotos pueden ser hechas desde la superficie o escenario, facilitando el trabajo del software, que fundamentalmente localiza y cuenta las caras que aparecen en las fotografías.
Lo más complejo es contar grandes multitudes en manifestaciones callejeras. Las fotografías suelen ser en este caso aéreas y se procuran tomar a distancias de unos 120 a 240 metros. Una multitud muy, muy apretada podría alojar a algo más de tres personas por metro cuadrado. En las zonas más densas de las manifestaciones se estima que hay una media de dos personas por metro cuadrado. Cuando la multitud se hace más espaciada, se estima una persona por metro cuadrado. En este caso, los programas deben reconocer los límites de las personas, distinguiendo a cada participante de los que le rodean.
Hay dos formas fundamentales de hacerlo: por un lado, están los denominados programas de regresión, los más utilizados hasta ahora. El programa trata la imagen estableciendo patrones con los que pueda reconocer figuras humanas. Se define la región de interés y se trata el color de los píxeles de la imagen definiendo lo que separa a una persona de la siguiente. Se consiguen resultados muy precisos, pero también están sujetos a muchos errores si las fotografías no son claras. Debido a esto, se están empezando a utilizar redes neuronales. Se trata de sistemas de cálculo iterativo en el que el ordenador va aprendiendo, guiado por un supervisor, para eliminar errores sucesivamente y aplicar el procedimiento a todas las secciones de la superficie estudiada.
Cuesta creer que en España hayamos superado nunca el medio millón de manifestantes
Los expertos dicen que una convocatoria que llegue a los centenares de miles de participantes es ya una gran reunión. Una de las mayores de la historia de Estados Unidos fue el juramento de Barack Obama como presidente. Se dijo que habían participado 1,8 millones de personas. Pero los mayores expertos que han dedicado mucho tiempo a analizar las fotografías del evento creen que la cifra real es de unos 800.000. Viendo las fotos de aquella reunión, cuesta creer que en España hayamos superado nunca el medio millón de manifestantes.
Aunque tecnológicamente hablando se ha avanzado mucho en este asunto, queda camino por recorrer. Sería muy deseable disponer de herramientas fiables e indiscutibles. En mi opinión, fortalecerían la democracia, que de otra forma tiende a quedar en manos de los más extremistas y exaltados. La gran masa moderada tiene menos tendencia a salir a la calle, aunque sea un ejercicio muy necesario en ocasiones, yo lo he practicado bastante.