Hay jinetes de luz en la hora oscura
Fernando Bonete | 30 de diciembre de 2017
De un año a otro, todo lo más que podemos identificar en cuanto a tecnología son pequeños avances, pequeños hitos comerciales y tendencias que van fraguando la evolución del sector. Aquí hemos reunido los más relevantes de este 2017, junto con las razones que motivan su selección. Una pequeña muestra de lo que nos deja el año y acabará por protagonizar las cartas dirigidas a Sus Majestades los Reyes Magos.
Las nuevas tecnologías . Horizontes más allá de la repercusión mediática y el marketing
Los smartphones siguen siendo la referencia cuando pensamos en tecnología y comparativas. En 2017 son tres las estrellas procedentes de las grandes multinacionales de la electrónica de consumo: Galaxy 8 de Samsung, iPhone X de Apple y Pixel 2 de Google. Todos han liderado un atractivo cambio en el diseño exterior, las denominadas pantallas edge-to-edge, que se expanden acaparando toda la superficie disponible en el frontal para enriquecer la experiencia del usuario sin apenas variar el tamaño total del dispositivo.
El cambio en las pantallas no es un mero capricho formal: ha forjado una nueva estética tipo para los smartphones, provocando que todos los modelos sin esta característica parezcan antiguallas. Una distinción frente a marcas más económicas que, unida a otras mejoras en la línea de la evolución de los últimos años, como la resolución en pantalla y cámara, nuevos procesadores y las prestaciones de software adicionales -como el reconocimiento facial y la impresión de huellas dactilares (otro de los elementos universalizados durante el año, si bien a la espera de mayores opciones de uso práctico que el desbloqueo de pantalla)- han elevado el precio de estos dispositivos hasta rondar o incluso sobrepasar los mil euros. Un precio que, además de la reflexión ética que pudiera suscitar, empieza a replantear el posicionamiento de esta tecnología en el mercado: los smartphones empiezan a costar más que un ordenador; ¿solo costar o también “valer”?
Videojuegos en España . Un amplio mundo de posibilidades que ya llega a todas las edades
Opciones de compra más asequibles, pero muy dignas, con prestaciones y experiencias de usuario nada desdeñables, son las abanderadas por marcas como Huawei, que en 2017 ha continuado su ascenso meteórico en la conquista del mercado Android con el lanzamiento de modelos de gama media-baja muy interesantes: el P8 y P10 Lite 2017, así como la familia de los Y6 e Y7 ofrecen extraordinarias características a un precio inmejorable; el rendimiento de la batería es quizás de lo más positivo y sorprendente que nos deja esta marca, a la que hay que sumar también los esfuerzos de la española BQ, otra opción de compra a valorar si se apuesta por hacer del smartphone un dispositivo utilitario y no un lujo.
El gran hito de 2017 en relación con los ordenadores es el Pixelbook, resultado de años de perseverancia de Google en sus intentos de hacer de su sistema operativo Google Chrome OS una alternativa a los ya de sobra conocidos iOS, Windows y Linux. Las alianzas estratégicas con Asus, Acer, Samsung y Toshiba dieron a Google la oportunidad de lanzar y probar sus primeros modelos; pero la progresiva compra de activos de HTC ha permitido poner en nómina a sus ingenieros y comenzar a desarrollar hardware de marca propia y hacer del “sistema operativo del futuro”, según reconoció Bill Gates hace ya unos años, una opción más que viable.
Apple y Google entierran millones de terminales con su intencionada obsolescencia programada
Es del futuro, pero no por sus prestaciones de escándalo -con un rendimiento, características técnicas y diseño espectaculares que plantean una fortísima competencia a Apple–, sino porque hace suyo un nuevo concepto de la informática y de la tecnología que vendrá a consolidarse en los próximos años: el uso de la “nube”, no como mero almacenaje de recursos, sino como gestor y procesador de tareas. Si el usuario así lo desea, en el Pixelbook se puede realizar cualquier tarea sin salir del navegador y sin necesidad de guardar archivos en el disco duro.
Al contrario que gigantes del negocio del hardware con fuertes intereses en promover y litigar por patentes basadas en el chipset físico del ordenador, Google deja atrás la era de las memorias RAM para dar el salto a la infraestructura en red. Además, su formato convertible y la integración absoluta con su sistema de inteligencia artificial Ok Google sitúa al Pixelbook en la línea de la integración con otras tecnologías y tendencias cada vez más demandadas.
La gran pregunta frente a cualquier televisor es: “¿cuánto tardará en quedarse obsoleto?” No es existencial, pero tampoco baladí. Una Smart TV en condiciones requiere de un desembolso notable y es de las tecnologías que más avanzan o, simplemente, cambian de un año a otro.
En cuanto a la iluminación de la pantalla, 2017 ha venido marcado por el OLED (Organic Light-Emitting Diode) adoptado por LG, Panasonic y Sony: pantallas que no necesitan ser iluminadas mediante LED desde el lateral o los frontales puesto que se iluminan “a sí mismas”, cada uno de los píxeles puede encenderse y apagarse, consiguiendo una definición de contraste más realista, con colores más vivos y negros puros.
La tecnología OLED tiene sus inconvenientes, como el desgaste que asume la pantalla tras un uso prolongado de cuatro a seis horas diarias o mediante proyección de imágenes estáticas (escritorios de ordenador o videojuegos). Esto es, el denominado “quemado” de píxeles. Otra de sus desventajas es que no se implementa en televisores de menos de 55 pulgadas, lo que ofrece una idea aproximada del elevado precio a pagar si se quiere disfrutar de una de estas pantallas en casa. Para todos los que se propongan un tamaño menor y no quieran preocuparse por la obsolescencia del televisor, el LCD con iluminación LED sigue siendo la mejor opción y el QLED (Quantum Dot Light-Emitting Diode) de Samsung, la apuesta más interesante del año.
Con respecto a la resolución de pantalla, más allá del estándar UHD fijado para la vasta mayoría de los televisores del mercado actual, el último grito y las siglas a buscar en las etiquetas de venta son HDR y Dolby Vision.
El iPhone X supera los mil euros . El lujo y el ‘low cost’ relegan al consumidor medio
El mercado de wearables prosigue con su incesante escalada de ventas. La entrada de nuevos competidores y la cada vez mayor amplitud de los catálogos no impide el despunte de ciertos modelos y marcas como referentes indiscutibles de sus respectivos sectores.
En cuanto a los denominados cuantificadores, dedicados a la monitorización de la actividad diaria, FitBit es el líder absoluto, en buena parte gracias a su modelo Ionic, un híbrido que combina con eficiencia las funciones de registro de datos con la ejecución de aplicaciones de terceros, todo ello sin contar con una increíble batería con autonomía para cuatro días. La gama media-baja tiene un representante imbatible, Xiaomi; esta empresa china comercializa bandas a precios irrisorios, limitadas a las funciones más básicas pero suficientes para quienes busquen sencillez y operatividad a un precio más que asequible.
Los relojes inteligentes solo plantean una opción mínimamente viable por el momento, el Apple Watch Series 3. Con este nuevo modelo, Apple por fin ha logrado ofertar un producto funcional que valga la pena vestir y que sirva para algo más que revisar notificaciones; de hecho, incorpora prestaciones que apuntan a una posible futura sustitución del smartphone como dispositivo base de nuestro día a día, aunque, como toda conjetura, eso está por ver. Cualquier otra opción de las comercializadas en 2017 no es más que un vaciabolsillos.
La evolución de los dispositivos de comando de voz para su uso doméstico nos deja más esperanzas y promesas que realidades, si bien abre toda una reflexión acerca de las nuevas fronteras de la tecnología para las próximas décadas: su sistema operativo no se ve ni se toca, se escucha y nos escucha… y va camino de “entendernos”. Comunicación directa con el usuario, establecer un diálogo es lo que buscan Amazon y su alter ego, Alexa. Su gama de productos para el hogar, Echo, fue la primera propuesta sólida en este ámbito, donde la experiencia o, lo que es lo mismo, el tiempo invertido en la recolección de datos, es un grado.
El precio de la nueva generación Echo sigue siendo tan factible como el de sus predecesores, lo que permite adquirir más de un módulo para instalar en distintas estancias del hogar y abrir su grado de alcance para incluir toda la casa en su radio de escucha. Lo que de momento puede hacer: realizar llamadas telefónicas, controlar las luces de la casa y la temperatura, abrir y cerrar puertas automáticas, recibir boletines de noticias generales y personalizados, reproducir música bajo demanda del usuario, realizar compras, solicitar información general y requerir y comunicar datos personales de otros dispositivos conectados. Todo ello mediante una orden de voz. En el futuro se espera que buena parte de estas órdenes sean ejecutadas por el dispositivo de manera automática al percibir emociones y preferencias por el tono de nuestra voz, registrar hábitos e identificar el estilo de vida del propietario.
Nintendo ha demostrado, un año más, por qué sus lanzamientos son sinónimo de innovación y originalidad. Su nueva Switch hace las delicias de la computación ubicua y su claim lo deja muy claro: “Juega donde quieras, cuando quieras y como quieras”. Nintendo Switch es doméstica y portátil al mismo tiempo; ya sea con el display de la consola o con el televisor de casa, podremos alternar el juego en ambas según nuestras necesidades y de manera automática sin interrumpir la partida; además, pueden intervenir hasta dos jugadores con un solo dispositivo o hasta ocho con múltiples consolas. Es la consola más versátil del mercado y la que mejor responde a las demandas de interactividad, abriendo y conectando el universo de los videojuegos con las relaciones sociales en carne y hueso.
https://www.youtube.com/watch?v=tl3tTW9EhfQSi contamos con que el año 2016 fue el “año 0” de la realidad virtual, el momento en que empezamos a hablar de esta tecnología como una posibilidad más allá de los experimentos y prototipos, y que su desarrollo es todavía incipiente, se comprende que haya todavía pocos modelos de referencia a precios exorbitados que no compensan su funcionalidad. Pero es lo que hay. De momento.
Las gafas más potentes del sector siguen siendo las mismas que hace un año y que hace dos, Oculus Rift y HTC Vive. Si bien es cierto que las nuevas versiones incorporan mejores prestaciones, han redefinido sus dimensiones y pesan menos, siguen dependiendo de potentes máquinas para ejecutar su software, ¡y qué máquinas!; algunos de los ordenadores encargados de procesar su sistema y aplicaciones llegan a incorporar tarjetas gráficas de al menos 900€.
La única opción de compra de gama media asequible era hasta la fecha el Gear VR, fruto de la colaboración entre Samsung y Oculus, pero de nuevo se imponían limitaciones, como la previa posesión de un smartphone con las suficientes prestaciones. y no pocos complementos, como los mandos.
El panorama empieza a cambiar con el lanzamiento de Oculus Go, primeras gafas de realidad virtual autónomas. No necesitan de un ordenador o smartphone para funcionar, el sistema de sonido está integrado en el dispositivo y su precio las sitúa en la gama media. Los desarrolladores ya han recibido el kit de prueba y se espera que el gran público pueda comprarlas a partir de 2018.