Hay jinetes de luz en la hora oscura
José María Legorburu | 15 de octubre de 2017
Algunas personas escuchan la radio de vez en cuando, otras, a menudo, y muchas, todos los días. En España, veintiséis millones, durante casi dos horas, según la última ola del EGM… Pero hay ocasiones en las que oír este medio de comunicación puede resultar imprescindible para todos. Concretamente, en las catástrofes. La radio en las catastrofes
En los últimos tiempos, un terremoto ha hecho temblar México y dos huracanes, Irma y María, han asolado el Caribe y la costa de Florida, en EE.UU. Cuando se desatan las fuerzas de la naturaleza dando lugar a estos fenómenos, dos de las infraestructuras básicas más afectadas son, invariablemente, las que soportan la conducción de la energía eléctrica y las que hacen posible las comunicaciones. De golpe y porrazo, la población pierde la posibilidad de emplear el ordenador, la wifi, el televisor o el aparato de radio. Sí, se ha ido la luz y es entonces cuando nos damos cuenta de lo que supone en nuestras vidas y de lo que la necesitamos, justamente, en los momentos, horas y días que siguen a un desastre.
Se forma la tormenta tropical Irma @PrimeraHora https://t.co/QBuH4kHcDx
— Cadena WAPA RADIO (@WapaRadio) August 30, 2017
En el caso de Puerto Rico, cuando el huracán María azotaba con toda su fuerza la isla, solamente una emisora de radio fue capaz de transmitir ininterrumpidamente: WAPA Radio. Mientras el resto de estaciones dejaban de emitir una a una, las cadenas de televisión iban a negro y la cobertura de telefonía móvil caía fulminada, esta cadena siguió en el aire. La radio en las catástrofes. Un equipo de voluntarios mantuvo viva la antena en esos momentos decisivos y la Onda Media (OM) hizo el resto. Algunos puertorriqueños, los más jóvenes, descubrieron entonces este veterano sistema de transmisión analógica, tan robusto como denostado ante el avance de lo digital.
En Cuba ocurrió lo mismo al paso del huracán Irma. Volvió la radio en las catástrofes. Más acostumbrados al embate de los elementos, la mayoría de las emisoras cubanas siguieron emitiendo bajo el lema “hay que transmitir como sea”, difundiendo las informaciones de las autoridades o dando noticia a las familias del paradero y el estado en el que se encontraban sus parientes tras el paso del temporal. Vaya nuestro homenaje para los profesionales de las diferentes cadenas del Sistema Radio Cubana y del resto de emisoras de la isla.
#Nacional Se reportan 217 personas fallecidas en #México por sismo de 7.1 grados Richter https://t.co/YDX5SMLOVW pic.twitter.com/rVsTAgRSZ0
— W Radio México (@WRADIOMexico) September 20, 2017
El papel de la radio en el terremoto que sacudió el centro de México fue igualmente relevante, destacando especialmente la labor de la cadena W Radio (perteneciente a PRISA Radio) que, junto a otras estaciones locales, mantuvo sus emisiones analógicas en OM y Frecuencia Modulada (FM), recogidas por la población mediante receptores de toda la vida, el chip de FM de los teléfonos móviles, los receptores de los coches, etc.
Cobra fuerza, por tanto, la tantas veces repetida reclamación para que todos los teléfonos móviles tengan activado el chip de FM, no solo para evitar el gasto de datos sino, como ha advertido la Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU., para poder recibir anuncios de seguridad de vital importancia durante emergencias. Este mensaje para navegantes iba dirigido expresamente a Apple, que ha eliminado el chip de los dos últimos modelos de iPhone (7 y 8). En esta misma línea, justamente México aprobaba recientemente una medida similar.
EE.UU. quiere que @Apple active la radio FM en los iPhone. Los huracanes han puesto de manifiesto esta carencia! https://t.co/Tru632wwly pic.twitter.com/PBmjRWHOYC
— Gorka Zumeta (@gzumeta) October 1, 2017
Y es que en todos los manuales de supervivencia para catástrofes y emergencias, como los del Ministerio de Asuntos Exteriores, Protección Civil o la Cruz Roja, entre otros organismos españoles, figura invariablemente la misma relación de útiles: agua embotellada, algo de comida enlatada, una linterna, un botiquín y una radio de pilas. Lo mismo ocurre fuera de España con, por ejemplo, las recomendaciones de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias de EE.UU. o las recogidas en el nuevo Plan de Defensa Civil de Alemania de 2016, que tanta polvareda levantó, siendo tildado incluso de alarmista.
Más aún, el lema escogido por la UNESCO para el Día Mundial de la Radio el año pasado fue ‘La radio en tiempos de desastre y emergencia’. Esta organización de la ONU resaltó cómo este medio de comunicación llega al 95% de la población mundial y es especialmente relevante en los países en vías de desarrollo donde, hoy por hoy, más del 75% de los hogares dispone de al menos un sencillo receptor de radio.
Hoy es el #DíaRadio bajo el lema “La radio en tiempos de desastre y emergencia”https://t.co/i6H2zTX86U pic.twitter.com/q6oNMp28sT
— Cruz Roja Española (@CruzRojaEsp) February 13, 2016
Es por todo esto por lo que no debe perderse nunca de vista el carácter de servicio público de la radiodifusión, tantas veces discutido por las operadoras, enfrascadas en sus negocios. Esta seña de identidad no se limita únicamente al hecho de que el espectro radioeléctrico sea desde sus orígenes monopolio del Estado, que es quien saca a concurso concesiones a través de las distintas administraciones públicas, sino que va más allá. La radio tiene y tendrá siempre una responsabilidad social, por más comerciales que sean sus intereses.