Hay jinetes de luz en la hora oscura
José María Legorburu | 23 de octubre de 2017
La muerte salió al paso de Eugenio Fontán Pérez en un día particularmente señalado para la gente de la radio, el mismo en el que se fallan los Premios Ondas, los galardones más importantes de este medio de comunicación en España, que promueve Radio Barcelona; los mismos trofeos que en tantas y tantas ediciones él mismo entregó.
Adiós a un hombre de radio: fallece Eugenio Fontán a los 90 años https://t.co/PlM77fmUkG
— Radio Sevilla (@RadioSevilla) October 19, 2017
Sus 90 años de vida (1 de septiembre de 1927 a 18 de octubre de 2017) estuvieron dedicados íntegramente a la radio, siguiendo los pasos de su padre, el ingeniero militar Antonio Fontán de la Orden, fundador en 1924 de Radio Sevilla, director de la emisora durante largos años y vicepresidente de la Cadena SER hasta su muerte en 1948. Él mismo se licenció como ingeniero de Telecomunicaciones, se formó en Marketing y Publicidad; aprendió inglés y francés y enseguida comenzó a trabajar en distintas emisoras de la Cadena SER, primero, y en distintos puestos técnicos y de programación en la sede central de Gran Vía 32, después.
El 23 de enero de 1962 fue designado director general de la Cadena SER, sustituyendo en el cargo a su suegro, Virgilio Oñate Sánchez, que había estado al frente de la emisora desde su transformación de Unión Radio a Sociedad Española de Radiodifusión al término de la Guerra Civil. Fueron años de prosperidad y liderazgo de audiencia basados en el entretenimiento mediante los concursos, la música y la ficción sonora que evitaban entrecruzarse con la censura del Régimen. Para ello, Oñate contó con magníficos colaboradores como, entre otros, Robert S. Kieve, Bobby Deglané, Manuel Aznar Acedo o Antonio G. Calderón.
La nueva etapa, que duró veintitrés años, no fue menos fructífera. Fontán mantuvo en su puesto a Calderón y atrajo el talento con gran habilidad, manteniendo a estrellas como José Luis Pecker, Vicente Marco o el cuadro de actores de Radio Madrid, sumando a otros locutores, periodistas y gestores como Joaquín Prat, Manuel Martín Ferrand, José María García, Iñaki Gabilondo, Basilio Rogado, Tomás Martín Blanco, Fernando Ónega, Rafael Revert o José Antonio Abellán. La supremacía de la Cadena SER siguió siendo total, creciendo en número de emisoras y expandiendo la red de Frecuencia Modulada aprovechando el tirón de Los 40 Principales, origen de la actual cadena LOS40.
Pero, posiblemente, el mayor logro de Fontán al frente de esta cadena de emisoras es el menos conocido. Sin duda, con su respaldo a los profesionales de la emisora fue el artífice de la apertura informativa de la radio española en la etapa de la censura y del control informativo de la dictadura.
Nada más llegar a la dirección general, puso en marcha, con Antonio G. Calderón y Manuel Martín Ferrand, Matinal Cadena SER, un programa que flirteaba con las noticias, esquivando hábilmente a los censores. Durante una década fue abriendo camino y sirviendo de rodaje a una incipiente redacción para que en el año 1972 saliera a las ondas Hora 25 –de nuevo con Calderón y Martín Ferrand-, un espacio puramente informativo maquillado eufemísticamente como de “cuestiones actuales”. Uno y otro, éxitos rotundos en audiencia, le trajeron disgustos, llamadas extemporáneas de ministros y advertencias de la censura. Es evidente que supo capear el temporal, consciente de la enorme influencia social de la Cadena SER. En este sentido, tuvo más suerte que su hermano Antonio Fontán, que fue derrotado por el Régimen en su ilusionante proyecto del diario Madrid.
¿Cómo ha definido la #radio sus señas de identidad? Un recorrido de la mano de @jmlegorburu #comunicacion #dbhttps://t.co/VozPQBdG5e
— El Debate de Hoy (@eldebatedehoy) August 23, 2017
En la excelente tesis doctoral de Beatriz Martín Pérez sobre Hora 25, queda patente el papel desarrollado por Eugenio Fontán en este sentido. Entre los testimonios recogidos, está el de Iñaki Gabilondo, que recuerda claramente el respaldo de Fontán en la reunión en la que se tomó la decisión de arrancar el programa (por entonces, él era director de Radio Sevilla): “Lo ve claro, ve que es una medida prudente aunque sea arriesgada para colocar a la Cadena SER ante el futuro”. Según afirma, “si ‘Hora 25’ pudo hacerse realidad, fue gracias al tridente formado por Antonio G. Calderón, Eugenio Fontán y Manuel Martín Ferrand”. Basilio Rogado, segundo director del mítico espacio en pleno Tardofranquismo, comenta que “él fue quien permitió que existiera ‘Hora 25’ y fue el que permitió que la radio privada emitiera información. Yo creo que se le debería recordar y considerar como uno de los grandes artífices de la llegada de la libertad de expresión a España”.
Tristemente, ni este logro, ni los demás, le fueron reconocidos tras la arrolladora entrada en el accionariado del Grupo PRISA. El renovado Consejo de Administración le cesó sin contemplaciones el 30 de mayo de 1985, siendo sustituido por Eugenio Galdón. Fontán soltó amarras y se deshizo de su participación en el capital de la Cadena SER para emprender una nueva aventura, la puesta en marcha en 1988 de la Cadena Ibérica de Radio, a partir de la señera Radio España de Madrid, que venía languideciendo desde años atrás. Si bien nunca compitió de tú a tú con la Cadena SER o las ya pujantes Cadena COPE y Antena 3 Radio, tampoco fue un proyecto menor y, en diferentes etapas y con desigual fortuna, tuvo recorrido hasta el año 2001, en el que sus emisoras fueron integradas en Onda Cero.
Fallece Eugenio Fontán, director general de la SER durante 22 años https://t.co/p9cwvDoFM0 Dejó el cargo con la entrada de @PRISA pic.twitter.com/LML5QX1ZTz
— Gorka Zumeta (@gzumeta) October 18, 2017
Apartado por edad de la gestión, pero aún enamorado de la radio, Eugenio Fontán, marqués de Guadalcanal, acarició en los últimos años sus recuerdos en un discreto retiro solo roto para recibir un galardón que le causó una especial emoción, la medalla de oro de la Academia de la Radio. Era la culminación de noventa años vividos bajo un solo lema: “todo por la radio”.