Hay jinetes de luz en la hora oscura
José María Legorburu | 14 de febrero de 2017
En estos días se hacen cábalas acerca de lo qué pasará en la noche de los Óscar con el largometraje La La Land, traducido al español, como ‘La ciudad de las estrellas’. Una película estupenda, por cierto. Pero, no vamos a hablar aquí de su director, Damien Chazelle, o de sus protagonistas, Emma Stone o Ryan Gosling, sino de otras estrellas, las de la radio española, a las que, con motivo del día mundial de este medio de comunicación, proclamado por la UNESCO en 2011, congregaba Carlos Herrera en su programa de la Cadena COPE a las nueve en punto, una hora menos en Canarias: Luis del Olmo, Iñaki Gabilondo y José María García en el Día Mundial de la Radio.
Mucho se ha hablado del fenómeno de la radio de las estrellas, símil herciano del star system de Hollywood. Como refleja en su tesis doctoral Javier Visiers, actualmente al frente de la programación de la Cadena COPE, tuvo su origen con el extraordinario éxito que cosechó en la Cadena SER Bobby Deglané con el primer magacín en cadena de larga duración, ‘Cabalgata fin de semana’ (1951). Con justicia, otro histórico radiofonista, Miguel Ángel Nieto, le denominó “el arquitecto de la radio española” en el título de su estupenda biografía. Deglané revolucionó la radiodifusión incorporando innovaciones aprendidas en EEUU, tanto en la Escuela de Floyd Gibbons como en la Universidad de Columbia.
Durante décadas, los tres han escrito páginas inolvidables en el aire con la tinta de las ondas junto a muchos otros grandes nombres
A Del Olmo se le podría definir como el radiofonista total, pues ha consagrado su vida a este medio de comunicación. Tras sus primeros pasos en Radio Juventud, en 1973 dio un aire nuevo a la, por entonces, anquilosada Radio Nacional de España con su versión de ‘Protagonistas’, tras recoger el testigo de José Ferrer. En 1983 fue fichado por la Cadena COPE y fue en esta emisora donde batió records de audiencia y donde fraguó el actual modelo de programación de bloques, condicionado por el sistema de medición del EGM y que tiene en el magacín contenedor de larga duración su máximo exponente. Con espacios inolvidables como las tertulias políticas o del corazón, ‘El debate sobre el estado de la nación’ o ‘Doña Rogelia mon amour’, trasladó intacto su éxito a Onda Cero y, más tarde, a Punto Radio, donde la audiencia menguó y dio por finalizada su trayectoria profesional.
Del Olmo en @HerreraenCOPE: “La radio del futuro será tertulia, humor y viajes” #Los4deCOPE #DíaDeLaRadio https://t.co/2P5prgTzvO pic.twitter.com/72Qw26uy9q
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El apellido Gabilondo podría usarse como sinónimo de información radiofónica. Fogueado en la dirección las emisoras de COPE y SER en San Sebastián, dirigió también Radio Sevilla, hasta que recaló en Madrid. Pero, fue en su etapa sevillana cuando contribuyó en 1972 a la puesta en marcha de ‘Hora 25’ con Manuel Martín Ferrand, apoyando junto a otros jóvenes directivos las propuestas de Antonio G. Calderón. En un irrepetible ejemplo de branding, la Sociedad Española de Radiodifusión y “su red de emisoras propias y asociadas” del franquismo, se transformó en la Cadena SER de la transición y de la democracia. Todos le recuerdan por ‘Hoy por hoy’, pero también lideró ’Hora 25’, ‘Matinal’ o ‘Pido la palabra’. Solo dejó la SER para dirigir los Servicios Informativos de TVE y Radio 16, incursionando en distintas televisiones de cuando en cuando, hasta presentar el informativo nocturno de Cuatro.
Gabilondo: ''La radio se engarza en la sociedad como una mano en un guante” #Los4deCOPE #DíaDeLaRadio https://t.co/WjME6ysun1 pic.twitter.com/6c1tuwHUYd
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García. Bastaba con su apellido para saber que se hablaba del líder de la radio deportiva durante décadas. De nuevo, ‘Hora 25’, de nuevo la Cadena SER y de nuevo Martín Ferrand, que, por cierto, también colaboró con Del Olmo en sus últimos años. García no creía en un informativo de medianoche que se iba a saltar la censura a la torera emitiendo noticias en pleno tardofranquismo (1972), pero su éxito fue tal que en pocos meses tenía su propio espacio. Sus rifirrafes con las autoridades deportivas y políticas le apartaron de la SER, pero en 1982 recuperó el pulso en Antena 3 Radio, promovida, una vez más, por Martin Ferrand. Inolvidables las retransmisiones de la Vuelta Ciclista a España. Allí revalidó su audiencia y lo mismo hizo en la Cadena COPE en franca competencia con José Ramón de la Morena, que acabaría torciéndole la mano. García acabó su carrera en Onda Cero, donde, ironías del destino, está ahora De la Morena ocupando prácticamente la misma franja horaria.
José María García en @HerreraenCOPE: "Va a ganar el que consiga credibilidad" #Los4deCOPE #DíaDeLaRadio https://t.co/1T94J47F0N pic.twitter.com/DarLeDokC1
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Durante décadas, los tres han escrito páginas inolvidables en el aire con la tinta de las ondas junto a muchos otros grandes nombres, de los que no puedo ni debo hacer relación si no quiero cometer una injusticia. Los tres pueden ser considerados, sin discusión, estrellas de la radio, profesionales con audiencias millonarias que modificaron significativamente el ecosistema radiofónico, que gozaron de una popularidad que trascendió a los receptores y sin los que no se podría entender la historia de este medio de comunicación en nuestro país.
Posiblemente, Herrera quería reunir a un trío de ases en su programa para celebrar el día internacional de la radio, pero si atendemos a sus propios méritos -audiencia, popularidad, versatilidad, la hora de los “fósforos”, etc.- deberíamos decir que el “halcón de las ondas” ha completado un póker de estrellas.