Hay jinetes de luz en la hora oscura
María Solano | 20 de marzo de 2018
Javier Urra | La Triple E. Escala de Estabilidad Emocional | AGUILAR | 2018 | 248 PÁGS. | 16.90 € | EBOOK: 8.99 €
Si un libro que de verdad quiere servir de ayuda (no autoayuda, porque la ayuda, en este caso, nos la brinda Javier Urra, psicólogo de larga experiencia profesional, cabeza bien amueblada y desbordante sentido común), lo que nos tiene que brindar no son recetas, sino los caminos por los que aprender a entendernos a nosotros mismos para poder luchar a brazo partido con lo que no hacemos bien.
Pero es que, además, La triple E. Escala de Estabilidad Emocional tiene otra virtud: rompe con esa corriente psicológica que tanto daño ha hecho a las sociedades occidentales, esa que culpa de nuestros males al resto de la humanidad y nos convierte en víctimas merecedoras de toda compasión.
Aquí no hay compasión que valga. Javier Urra lo sabe porque ha visto de todo en sus largos años en la Fiscalía, después como defensor del Menor y ahora en su labor incansable para frenar la violencia juvenil. La compasión no sirve. Y conocer y comprender las razones que inclinan a un comportamiento no puede ser, en ningún caso, justificarlo.
Por eso, en estas páginas editadas por Aguilar no vamos a encontrar nada edulcorado, ni un ápice de esa “sociedad blandita” que Urra denuncia, la que se ha acomodado a sus bajísimos niveles de resiliencia. Aquí no hay medias tintas. La vida de cada uno no va a cambiar por leer este libro. Pero quizá consiga que cambie su actitud y, con eso, su vida.
Y lo plantea de una forma 100% práctica. El que espere encontrar aquí un tratado de psicología solo hallará los destellos de lo que, evidentemente, el autor domina. No es ni tan siquiera un manual divulgativo. Es un compendio de “ideas fuerza”, algunas engarzadas en forma de reflexión, otras a modo de cuestionario.
Así que, si alguien buscaba una lectura sosegada para el final del día, este no es su libro. Porque sus páginas, destinadas a conseguir nuestra estabilidad, comienzan por desestabilizarnos. Cada una de las propuestas que aporta nos obliga a replantearnos nuestra forma de ser y de actuar, nos sitúa frente a un espejo con un reflejo de nuestro propio yo que no siempre va a devolvernos una imagen favorecida de nosotros mismos. Pero también nos da la clave de cómo podemos mejorarla.
En fin, La triple E es un libro de ejercicio mental para el que tenga ganas de hacerse un chequeo emocional completo. Una necesidad casi imperiosa en un siglo en el que el estrés agota todo el tiempo que deberíamos dedicar a la reflexión.