Newsletter

El Debate de hoy

Hay jinetes de luz en la hora oscura

  • Portada
  • Política
  • Internacional
  • Economía
  • Educación
  • Sociedad
  • Familia
  • Cultura
  • Historia
  • Ciencia
  • Tecnología
  • Enfoques
  • El Astrolabio
  • Entrevistas
  • Pódcast
  • Viñetas
  • Especiales
  • Especial Villacisneros
F
Familia

Paradojas y contradicciones de Occidente . Abusos sexuales en la sociedad del siglo XXI

Carmen Sánchez Maillo | 30 de octubre de 2017

Familia

La nueva Esparta Tus hijos, guapa, te los pagas tú El dilema de Arwen Natalia Sanmartín: «El lugar natural para enseñar el valor de la fe es la familia, y la persona con mayores talentos para hacerlo es una madre» Ten hijos… pero ¿por qué? Ten hijos

Los abusos sexuales, como el acoso, la trata de blancas o de menores y la pornografía infantil no cesan de crecer en las sociedades más desarrolladas. Un hecho que resulta paradójico, pues Occidente ha defendido, gracias al Cristianismo, el idéntico valor y dignidad de la mujer respecto del hombre.

La sociedad occidental promueve activamente el deseo como una fuente de derecho, como una expectativa legítima que, cuando encuentra aceptación social, resulta ya madura una sociedad para su legalización. De tal modo que derecho ha llegado a definirse por un político español como: “un deseo que alcanza un consenso social”. Hemos visto ese proceso una y otra vez en España, Europa y Estados Unidos, durante los últimos 40 años, en ámbitos que todos conocemos. Esa juridificación del deseo tiene un reverso tenebroso, difícil de explicar y de racionalizar en un Occidente que ha consagrado el wishful thinking como un elemento configurador de su perfil y en el que lo políticamente correcto parece ser un límite flexible a esa dinámica del deseo. Existen deseos inaceptables, deseos cuya ejecución vulnera la libertad y dignidad del otro. De hecho, la aceptación pública de estos deseos, muchos de ellos inconfesables, supondría convertir en esclavos a las víctimas de los mismos. Por el contrario, la negación individual a estos deseos es condición indispensable para la maduración de todo ser humano y el rechazo público de un ordenamiento jurídico es señal de que mantiene un mínimo de decencia pública.abusos sexuales

Las incesantes denuncias de acoso y abusos sexuales

En las últimas semanas, no cesan las noticias relativas a denuncias de acoso y/o abusos sexuales cometidos por magnates o personajes importantes del mundo de la moda y el cine. El caso del todopoderoso productor Harvey Weinstein, el fotógrafo Terry Richardson, el del famoso actor Bill Cosby o el director de cine Woody Allen, entre otros.

Todos tienen un denominador común: que los acusados eran personajes con fama, poderosos, respetados y admirados en sus respectivos mundos artísticos; que los mismos tenían potentes agentes o agencias de comunicación que durante mucho tiempo mantuvieron a raya estas acusaciones; también que la mayoría de los mismos eran o manifestaban públicamente su adhesión a lo políticamente correcto y a las tendencias políticas o sociales mayoritarias o en boga, teniendo algunos o muchos de ellos (Weinstein, Bill Cosby o Woody Allen) una red de contactos del más alto nivel político que se preciaban de ser sus amigos.

Varias actrices españolas denuncian experiencias de abuso dentro de la propia industria https://t.co/lvmpWDT8Un

— Fotogramas – Cine (@fotogramas_es) October 26, 2017

No resulta difícil pensar que el cóctel de fama, poder e influencia ayuda poco a integrar el deseo, que no puede reivindicarse como legítimo y que permanece oculto y pujante en aquellos que no lo dominan. Ese deseo, que existe y ha existido siempre, pero ahora, y esto es bueno reconocerlo, no cabe ejercerlo impunemente por el contrapeso que la dignidad y la libertad de la mujer afortunadamente ha adquirido, precisamente, en el mundo occidental. Sin embargo, este mismo Occidente que dice defender la dignidad y la igualdad de la mujer, trivializa y vulgariza a través de los medios la imagen femenina, ridiculizando toda clase de pudor, como si fuese posible defender al mismo tiempo su dignidad e igualdad y convertirla en objeto. Ese mismo Occidente es el que, una y otra vez, estimula y repite como un mantra que el deseo de comprar no tiene límite conocido y, sin embargo, se asombra de que el comercio sexual ilícito, la trata de blancas o de menores y la pornografía infantil no cesen de crecer en las sociedades más desarrolladas.

El @Pontifex_es se posiciona en favor de la protección a los #menores. Lo explica @AntonioOlivie @romereportsesp #dbhttps://t.co/sn02DWSmHu pic.twitter.com/DkwJL0GPVQ

— El Debate de Hoy (@eldebatedehoy) October 16, 2017

Mujer y hombre, idéntico valor y dignidad

Esta paradoja de Occidente se explica precisamente a través de sus contradicciones. Occidente ha defendido, gracias al Cristianismo, el idéntico valor y dignidad de la mujer respecto del hombre. No ha sido un camino fácil, ni corto, pero el camino se ha andado y en el mismo no puede negarse al Cristianismo su papel, junto al de otros. Occidente ha generado también un nihilismo que no reconoce jerarquía, valor o límite alguno y esto está muy relacionado con la gestión del deseo y de sus límites. Para este nuevo milenio, no estaría de más que Occidente vuelva a mirar los tesoros que ha producido y no conoce. Un aforismo fundacional de nuestra civilización reza: Nosce te ipsum, y el legado de san Juan Pablo II está esperándonos como un reto. Durante su pontificado, el Papa Wojtyla puso las bases de la “Teología del Cuerpo”: enseñanzas que ayudan a vivir al hombre y a la mujer de forma plena y unida. Este saber nos muestra un modo definitivo de educar que recoge la sabiduría multisecular de la Iglesia y la pone a su servicio, especialmente y quizá más que nunca, para nuestro Occidente del siglo XXI.

más
Familia

Un Sí a la vida sin condiciones

Carmen Sánchez Maillo

Familia

Tus hijos y el móvil Pautas para educar a un adolescente ¿Por qué mi hijo no me hace caso? Las rabietas Cómo hablar con un adolescente rebelde

El Debate de hoy

  • Quiénes somos
  • cookies
  • aviso legal
  • política privacidad rrss
  • suscríbete
© 2021 El Debate de Hoy
El sitio web utiliza cookies propias y de terceros para recopilar información que ayuda a optimizar su visita a sus páginas web. No se utilizarán las cookies para recoger información de carácter personal. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso.
Encontrará más información en nuestra Política de Cookies.