Hay jinetes de luz en la hora oscura
Pablo Casado Muriel | 13 de enero de 2017
El boxeo, tan duro en sus formas y su fondo, es uno de esos deportes rodeado por un halo de lujo y banalidad que lo convierte en el escenario perfecto para la creación de juguetes rotos; para el auge y la caída, meteórica en ambos casos, de jóvenes dispuestos a alcanzar fama y dinero a base de puñetazos.
Lo que Joxemari Iturralde nos presenta en Golpes de gracia son dos de esas historias de éxito deportivo y fracaso personal. Las hazañas de Paulino Uzcudun e Isidoro Gaztañaga, héroes del boxeo vasco en las primeras décadas del siglo XX, unidas a las sombras más oscuras de su personalidad.
Iturralde escribe una buena novela cargada de importantes datos biográficos obtenidos a través de una seria investigación.
Uzcudun fue uno de los grandes púgiles españoles de los años 30, llegando a luchar contra el legendario Joe Louis. En el ocaso de su carrera deportiva, y empujado por su espíritu patriótico, se unió a la Falange de José Antonio y se convirtió en símbolo para los nacionales durante la Guerra Civil y los primeros años del franquismo.
Mucha menos gente recordará las andanzas de Gaztañaga. Guipuzcoano como Uzcudun llegó a estar a su altura en fama y potencial, pero su escasa capacidad de sacrificio acabaron con su carrera y también con su vida. Murió asesinado por el marido de una de sus supuestas amantes.
Los dos boxeadores se conocían, fueron amigos, pero la envidia y la pugna deportiva los convirtió en enemigos irreconciliables en una interesante metáfora de la España que avanzaba hacia la Guerra Civil. Jamás cruzaron guantes sobre el ring.
Una novela cargada de datos biográficos que muestra las sombras y la falta de moral de dos importantes nombres del boxeo vasco
Los personajes de Iturralde carecen de valores. Dedican su vida a dilapidar el dinero obtenido en sus combates. Dejan de lado a sus allegados, a sus primeros apoyos y gastan el tiempo y la fortuna en comer, beber y agasajar a cuantas mujeres se les acercan.
Cada uno de los capítulos del libro lleva por título el nombre de una mujer. La mayor parte de ellas son, tristemente, objetos perdidos en las sábanas de los boxeadores vascos.
Golpes de gracia no se detiene en la épica del boxeo pero gustará a los amantes del noble arte. La novela también la apreciarán quienes disfruten con esas historias carentes de moral que nos muestran la oscura realidad que se esconde tras la capa brillante que son las apariencias.
Uzcudun y Gaztañaga fracasaron en sus vidas y, quizá por eso, no triunfaron de manera incontestable en el boxeo.