Hay jinetes de luz en la hora oscura
Juan Orellana | 15 de diciembre de 2017
Star Wars: The Last Jedi
EEUU, 2017
Duración: 150 min.
Dirección: Rian Johnson
Guion: Rian Johnson (Personajes: George Lucas)
Reparto: Daisy Ridley, John Boyega, Adam Driver, Óscar Isaac, Mark Hamill, Carrie Fisher, Domhnall Gleeson, Benicio del Toro, Laura Dern, Gwendoline Christie, Kelly Marie Tran, Lupita Nyong’o, Anthony Daniels, Andy Serkis, Warwick Davis
Género: Ciencia ficción
Sitio webHacer la octava entrega de una saga tan popular, que ha pasado por manos expertas y famosas y que ha despertado enormes expectativas entre los numerosos fans, no era tarea fácil para Rian Johnson, nuevo en el mundo de los blockbusters y gran desconocido para el gran público.
Para más inri, tenía que dirigir a los legendarios Mark Hamill y Carrie Fisher, que encarnan a Luke Skywalker y a la princesa Leia desde la primera entrega en los años setenta. Pero la productora Katheleen Kennedy confió en él como director y guionista, dándole mucha libertad, y acertó.
El guion prolonga los argumentos clásicos de la saga. El lado oscuro, liderado ahora por Snoke (Andy Serkis), quiere aplastar lo que queda de la Resistencia en la Galaxia, liderada por la princesa Leia Organa. Mientras la joven Rey (Daisy Ridley) viaja a un planeta remoto a encontrarse con Luke Skywalker y pedirle que vuelva y restaure la tradición Jedi, el impulsivo piloto Poe Dameron, acompañado de Chewbacca, quiere ponerse al frente de una ofensiva arriesgada y que no convence a la Almirante Holdo (Laura Dern). Por otra parte, Rose Tico (Kelly M. Tran) y Finn (John Boyega) tratarán de infiltrarse en la nave enemiga para llevar a cabo una misión decisiva. Detrás de esta trama aparecen los conflictos habituales de relaciones paternofiliales problemáticas, la continua dialéctica personal entre el bien y el mal, el sentido de la propia vida y el valor del sacrificio por el ideal. En definitiva, la película no se separa de los códigos de Star Wars en los aspectos fundamentales. Y eso está bien si se desea preservar la coherencia de la saga. Pero dicho esto, el director Johnson imprime mucho aire fresco a la entrega, nuevos personajes, bastante humor, simpáticos homenajes, brillante combinación de ritmos, escenas de acción limpias y bien contadas… Es decir, es una película con personalidad propia, no una mera secuela automatizada.
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Aunque toda la atención mediática ha estado puesta en el extenso papel de Luke Skywalker, correctamente resuelto, la que brilla con luz propia es Daisy Ridley, que hace gala de una gran fuerza dramática en su papel de heredera natural de la tradición Jedi. Pero la película es muy coral y las subtramas protagonizadas por Rose, Finn, Poe… tienen todas su intrínseco interés y su bien medido suspense.
Narrativamente la película está muy bien expuesta, con claridad, algo que se echa de menos en muchas películas del género. Incluso las escenas de acción, tan frecuentemente confusas, están rodadas y montadas con fluidez expositiva. Por su parte, la música de John Williams es muy fiel a la partitura clásica, a la vez que crea nuevas melodías para esta ocasión.
Estamos, por tanto, ante una dignísima continuación de la historia de Star Wars, entretenida, rica de contenido dramático, visualmente potente y de ritmo ágil, pero no atolondrado. Consigue que su excesiva duración, 150 minutos, no se note ni pese sobre el espectador. Buena película vacacional. Sin duda.