Hay jinetes de luz en la hora oscura
Juan Orellana | 07 de julio de 2017
Patriots Day
EEUU, 2016
Director: Peter Berg
Guion: Peter Berg, Matt Cook, Joshua Zetumer (Historia: Peter Berg, Matt Cook, Paul Tamasy, Eric Johnson)
Reparto: Mark Wahlberg, John Goodman, Kevin Bacon, J.K. Simmons, Michelle Monaghan, Rachel Brosnahan, Alex Wolff, Melissa Benoist, Michael Beach, Khandi Alexander, Erica McDermott, Lana Condor, Dean Neistat, Vincent Curatola, John Enos IIIEl título, Día de Patriotas, hace referencia al Patriot´s Day de Boston, que conmemora las batallas de Lexington y Concord, ocurridas en 1775, y que se celebra anualmente el tercer lunes de abril. Y es que precisamente el 15 de abril de 2013, mientras tenía lugar una maratón dentro de las celebraciones del Patriot´s Day de Boston, dos islamistas, los hermanos Tamerlán y Dzojar Tsarnaév, hicieron explotar sendas bombas cerca de la meta, matando a tres personas e hiriendo a casi trescientas. La película lo que hace es reconstruir los hechos, incluyendo la investigación, búsqueda y persecución de los terroristas por parte del FBI.
Día de patriotas, con un presupuesto de 40 millones de dólares, está protagonizado por Mark Wahlberg, que interpreta a un agente de policía, Tommy Saunders, que estuvo presente en el lugar de los hechos y que fue decisivo en la detención de los asesinos. La película entrelaza con inteligencia la trama de thriller, muy documentada, con la historia personal y familiar del agente Saunders, casado con Carol, que encarna Michelle Monaghan. Entre los secundarios figuran nada menos que John Goodman, J.K. Simmons y Kevin Bacon. Porque no estamos ante una película de héroe único, sino de héroe coral, universal: los policías, la gente de la calle, los sanitarios… el pueblo, el pueblo americano.
Desgraciadamente, el terrorismo islámico va teniendo cada vez más presencia en los argumentos cinematográficos de países muy diversos. Pero los americanos son especialistas en aprovechar a su favor sucesos terribles y luctuosos como puede ser un atentado, creando historias épicas y moralizantes en las que se exalta lo más valioso de la identidad nacional, se reivindica la unidad del pueblo americano y se enaltece la virtud del sacrificio. No hay duda de que existen espectadores -sobre todo en la vieja Europa- muy críticos con esta forma de hacer cine, considerada patriotera y propagandística. Aunque se pueden entender las razones de este público poco amigo del imperio hollywoodiense, hay que reconocer que algo de envidiable tiene ver a una nación que aún es capaz de proponer ideales a sus ciudadanos, sin renunciar a correcciones autocríticas, en las que, curiosamente, son los americanos los mejores exponentes. Una película comercial, con rasgos de autor. Muy recomendable.