Hay jinetes de luz en la hora oscura
crubio | 03 de marzo de 2017
Cuando te nombran una de las 50 mujeres más influyentes del mundo de Química Analítica te ves obligada a mirar atrás pero también a tu alrededor. Atrás, por tantos años dedicados a la investigación. Por unos padres que dedicaron horas a tus hijos para que pudieras dedicarle más horas a tu trabajo. Mirar a tu alrededor, porque tu familia siempre ha estado ahí. Para enseñar a dos hijos a los que les has dado tanto que han sabido elegir su camino aunque no sea el tuyo y a un marido, su primer fan, que encaja los días de sus vacaciones como piezas de Lego para dar la vuelta al mundo a tu lado. Esto es lo que le ha pasado a Coral Barbas Arribas directora del Centro de Metabolómica y Bioanálisis (CEMBIO) y de la Escuela Internacional de Doctorado CEU (CEINDO), entre otras muchas labores que la llevan a tener poco tiempo libre y muchas ganas de seguir haciendo de su trabajo una forma de vida.
La profesora Barbas recibe a EL DEBATE DE HOY en su despacho de la Escuela Politécnica Superior del Campus de Montepríncipe. A las 11 es la cita y unos minutos antes ya abre la puerta mientras atiende a un alumno y da instrucciones a sus ayudantes. Es la vida de una Química, una eminencia en su campo. Un campo desconocido para el gran público, del que poco se sabe pero que influye más de lo que pensamos en nuestro día a día. A las 8:30 empieza su jornada, dos horas de clase concentradas a primera hora y después, toca moverse entre la burocracia. Tomar un café con su equipo, ver urgencias, gestiones de la Escuela de Doctorado y después de comer, el laboratorio la espera hasta las 20:00.
A las 8:30 empieza su día, dos horas de clase concentradas a primera hora y después toca moverse en la burocracia del día a día. Tomar un café con su equipo, ver urgencias…
Coral Barbas junto a dos colaboradores en el laboratorio | Foto: CR
La primera pregunta es obligada, ¿qué es la Química Analalítica? pero hay que pedirla una respuesta fácil, que podamos entender todos. «Cualquier enfermedad de la que no se tiene un marcador diagnostico o no se conoce el mecanismo por el que se desencadena o un medicamento cuya acción no se conoce. La Química Analítica es la ciencia de la medida en Química. Nosotros nos dedicamos al bioanálisis. Hacemos algo muy nuevo y donde ha estado el despunte del grupo: la búsqueda de marcadores de forma no dirigida. En Ciencia el método es el reduccionista, por ejemplo, en diabetes aumenta el estrés oxidativo y por tanto la Vitamina E disminuye. Mides la Vitamina E y confirmas».
La Química Analítica se deja entender según avanza la charla. No estamos para enfundarnos la bata blanca pero los ojos de Coral Barbas brillan cuando explica que ellos han cambiado el sistema para que todo cambie. «Hemos cambiado el método reduccionista al método de tecnología ómicas. Medimos todo lo que podemos medir en una muestra y lo comparamos con, por ejemplo, 50 casos. Un aneurisma, un cáncer… que no tienen método diagnostico… y haces controles. Cuando superpongo los datos de los controles, muchas señales van a seguir iguales, otras van a ser aleatorias. Pero si en todos los casos una señal está en un punto y en todos los controles la señal esta en el mismo punto, espero que esté asociado a lo que estoy estudiando. No hay nada a priori, estudiamos lo que cambia al comparar dos situaciones y con eso que cambia intento explicar el mecanismo que desencadena una enfermedad, un medicamento, una dieta…«.
«Cualquier enfermedad de la que no se tiene un marcador diagnostico o no se conoce el mecanismo por el que se desencadena o un medicamento cuya acción no se conoce. La Química Analítica es la ciencia de la medida en Química»
Pero todo esto tiene un sentido práctico, algo de lo que se puede beneficiar la gente y ahí es donde Coral Barbas saca su agenda y vende el producto. «Colaboramos con grandes grupos que tienen un problema a abordar. Hemos tenido un proyecto con la farmaceútica GSK. Tienen un Openlab para las patologías que no son comercialmente interesantes para el tercer mundo. Ellos ponen los medios e invitan a grupos a participar trabajando con sus medios abordar enfermedades». Coral disfruta hablando de los resultados. Es el mejor momento para un científico. «Hemos tenido un proyecto para el estudio de la Leishmania. Buscamos el mecanismo de acción dentro de los componentes antileishmania que ha sintetizado GSK. También un grupo del CNIC que investiga en medicina cardiovascular para buscar el mecanismo por el cual la aterosclerosis se desencadena, con el CNIO o con grupos del hospital 12 de octubre que hacen cáncer de digestivo y estudiamos el mecanismo de acción de un fármaco, con laboratorios de EEUU en trastornos biopolares, o con Suráfrica en casos de tuberculosis. Grandes grupos que tienen un problema que nuestra metodológica puede ayudar a profundizar.
Es curioso lo de la Leishmania. En España se vacuna a los perros pero no a las personas. Una vacuna que tiene un 50% de eficacia y es obligatorio revacunar. En los países desarrollados, donde hay más dinero, lo puedes gastar en tu mascota pero en sitios con pocos recursos no te lo puedes gastar.
«Hemos tenido proyectos para estudio de la Leishmania, en el CNIC buscamos el mecanismo que desencadena la aterosclerosis, en el 12 de octubre sobre cáncer digestivo o en EEUU abordamos los trastornos biopolares»
Preguntarle a la Ciencia porqué suceden las cosas es una de las cosas más complicadas que existen. Hablar con personas suele ser más fácil, preguntarle a lo que ya estaba antes del ser humano, está al alcance de pocos. Hay que imaginarse a Coral Barbas antes que a la Química, en el colegio, cuando en lugar de sentirse fascinada por la Historia o la Literatura se encandiló de la Química. Los que sudábamos para entonar la quinta columna de la tabla de los elementos los sabemos. «Los profesores de secundaria no son conscientes la capacidad que tienen para influir en sus alumnos. Mi profesora de Química la transmitía de una forma apasionante. También cuenta que en mi familia había una industria química y a mi me parecía mágico aquello de ponerse una bata y entrar a un laboratorio».
¿Y qué hay de la Ciencia en España? Paseando por el Campus de la USP CEU de Montepríncipe se diría que esta en buena forma. Alumnos, clases, profesores, nuevos grados, becas, charlas… «La ciencia en España se encuentra muy bien a pesar de los recortes. Por ejemplo, tenemos más facultades de química que en otros países. La productividad en España en relación a lo que se invierte es enorme. Se empezará a notar en unos años. Ha sido clave salir al extranjero y no encerrarse en el laboratorio. Eso nos hace aprender cosas pero también aportarlas. España se codea con investigación internacional», asegura Coral.
«La ciencia en España se encuentra muy bien a pesar de los recortes. Por ejemplo, tenemos más facultades de química que en otros países. Ha sido clave salir al extranjero y no encerrarse en el laboratorio»
Pero volvemos a la cruda realidad de la crisis que ya nos deja. Cuando a los alumnos se les decía que siempre había tres salidas para su carrera, por tierra, por mar o por aire. La fuga de cerebros es buena, lo importante es asegurarse su vuelta asegura Coral. «El limite está en ofrecer a nuestros cerebros que salen del país algo que les invite a venir a medio plazo. Es bueno que se vayan. Es necesario que haya convocatorias de becas como las Ramón y Cajal y conseguir que traigan buenos profesionales con un buen sueldo que puedan aportar riqueza al país. Premios nacionales como los Ramón y Cajal o Juan de la Cierva han tenido pocas plazas y muchos aspirantes«.
Coral Barbas habla desde la experiencia de su etapa en Londres. Fue investigadora Marie Curie en el Kings College en 2005 y guarda un recuerdo muy bueno. «Fue el punto critico. La universidad me dio la oportunidad de tener un año sabático. No fue de vacaciones sino el punto de cambio en mi carrera. Me fui porque veía que las herramientas de la Química Analítica tenían más posibilidades de lo que estábamos haciendo. Leí sobre el Kings College y entendí que un año metida allí, estableciendo relaciones… cambiaría mi forma de investigar a la vuelta.
«Hay que ofrecer a nuestros cerebros que salen del país algo que les invite a venir a medio plazo. Es bueno que se vayan. Es necesario que haya convocatorias de becas como las Ramón y Cajal»
La conversación se traslada a los laboratorios de Montepríncipe. Más de 5 millones de euros invertidos en tecnología, en aparatos que hay que alimentar cada día y saber exprimirlos al máximo. La curiosidad gira entorno a los casos de fracasos. Existen, incluso en carreras de ciencias. Por allí pasan muchos chavales que necesitan estudiar Farmacia para seguir el negocio familiar aunque no lo tengan muy claro. Pero los profesores son los que realmente tienen que evitar ese fracaso docente. Coral lo vive cada año. «Hay momentos malos. Una persona dedica un año de su trabajo a un proyecto que no sale. La vida de los investigadores es su currículo se escribe año a año. Para una beca de doctorado necesitas un muy buen expediente. Durante el doctorado tienes que conseguir buenas publicaciones para acceder a un postdoc, durante el postdoc tienes que seguir publicando y conseguir un proyecto. Si en el doctorado trabajas un año y no sale y no publicas, tu trayectoria está en problemas. Tienes que ser capaz de buscar una salida para el alumno, gestionar esos momentos para que entren en otro proyecto que vaya a tener éxito. Tienes que conseguir dinero para equipamiento. El problema fundamental es que el equipamiento es carísimo. Lo fácil está resuelto, lo complicado requiere medios».
Me he encontrado con dudas éticas pequeñas. Siempre le digo a los alumnos que no importa que el resultado venga mal o no sea lo esperado. Vamos a ver por qué da esta cifra pero no vamos a alterar un dato para que dé lo que quieres»
La ciencia avanza rápido. Un nuevo avance facilita y agiliza el siguiente. Los límites morales entran en juego con la misma facilidad que un proyecto entra en un laboratorio. «Sin duda hay límites morales y éticos -asegura Coral Barbas- creo que no me he enfrentado nunca a ninguna. Los estudios en los que trabajamos los aprueba un comité ético del hospital, el animalario… el estudio en sí tiene aprobación ética. Me he encontrado con dudas éticas pequeñas. A veces puedes sesgar los resultados. Si haces una media de cinco valores y quitas el mayor o el menor, esa media da una cosa u otra. Forma parte de mi misión enseñar a la gente a trabajar éticamente con los resultados. Nunca nadie me ha querido forzar a hacer otra cosa. Siempre le digo a los alumnos que no importa que el resultado venga mal o no sea lo esperado. Vamos a ver por qué da esta cifra pero no vamos a alterar un dato para que dé lo que quieres».
La entrevista se acaba entre probetas, vasos de precipitado y tubos de ensayo, pero sobre todo, entre un ambiente de trabajo extraordinario. Coral Barbas tiene tiempo de ir al cine, de jugar con sus nietos -quien sabe si les meterá en el cuerpo el gusanillo de la ciencia- y de ser una de las 50 mujeres más influyentes en Química Analítica. Un mérito compartido con su equipo, con la gente con la que pasa horas y con la que intenta mejorar el mundo. Los sueldos de estos científicos rondan los mil euros. La crisis de valores que azota nuestra sociedad les convierte en los nuevos modelos de trabajadores por amor al arte… de la ciencia.
La inversión en el laboratorio de la EPS ronda los cinco millones de euros | Foto: CR