Juan Orellana
Director de Cine de la Conferencia Episcopal Española y crítico cinematográfico en medios como 13Tv, Cadena Cope y el semanal Alfa&Omega.
El gran espectáculo del telón y la pantalla grande han dejado paso a experiencias mucho más discretas, domésticas, a menudo intermitentes, y desde luego nada solemnes. Y los premios también se han visto contaminados de cierta irrelevancia.
El director francés estrena La chica del brazalete y charla con El Debate de Hoy sobre la sociedad actual, la liberación sexual y una soledad que las nuevas tecnologías no han eliminado.
Hay actores y actrices que han conseguido encarnar modelos humanos sumamente atractivos e interesantes. Y su vida personal rara vez desmiente a sus personajes. No suelen ofrecernos páginas de escándalos o sonadas extravagancias.
En 2020 el cine ha perdido unos 500 millones de euros de recaudación en España. El nuevo año podría amortiguar un poco el desastre, pero la inminencia de un tercer rebrote impide empezarlo con gran optimismo.
Nuestra memoria más reciente se asoma a las pantallas. Uno de los temas más y mejor abordados últimamente se refiere a la organización terrorista ETA. Tras la desaparición de la banda, directores y productores se han atrevido por fin a hablar del asunto libre y desinhibidamente.
Peter Docter ha querido hacer una cinta políticamente correcta, ecléctica en lo religioso, con tono new age, protagonizada por un afroamericano y por unas almas asexuadas, con elogio de las mascotas y alejada de cualquier planteamiento antropológico «fuerte».
Bagdad Café, La leyenda del santo bebedor y El festín de Babette son tres propuestas mucho más profundas y verdaderas que tantas películas que nos llegan con la palabra ‘Navidad’ en su título.
Dirigida por Kathryn Bigelow con guion de James Cameron, Días extraños proyectaba en 1995 un futuro marcado por la conflictividad, la polarización y la tecnología como instrumento de alienación.